El Gobierno español ha anunciado una estrategia para afrontar la crisis energética que atraviesa el país, con el objetivo de contrarrestar los impactos derivados de los altos precios en la electricidad y el gas. En este sentido, se prevé una retirada gradual de la rebaja de impuestos sobre estos servicios.
Según los datos proporcionados, esta medida se enmarca en la necesidad de garantizar la estabilidad del mercado y aliviar la carga económica que enfrentan los consumidores. La rebaja fiscal actualmente vigente ha supuesto un descenso del impuesto a la electricidad del 5,11% al 0,5%, y del 1,72% al 0,1% para el gas natural. Sin embargo, con la escalada de los precios energéticos, se considera indispensable revisar esta política fiscal para equilibrar las finanzas públicas y mitigar el impacto en los bolsillos de los ciudadanos.
Esta decisión se toma en un contexto de creciente preocupación por el aumento de los precios energéticos, que ha generado tensiones en diversos sectores económicos y sociales. La retirada gradual de la rebaja fiscal busca, por tanto, encontrar un equilibrio entre la sostenibilidad financiera del Estado y el bienestar de la ciudadanía, evitando impactos excesivamente negativos en el consumo y la economía doméstica.