Si cada vez que miras tu factura de la luz ves un galimatías de términos técnicos, no estás solo. Muchos consumidores y comunidades sienten que están leyendo un idioma extranjero cuando se enfrentan a conceptos como kWh, término fijo, potencia contratada o tarifa indexada.
La confusión por la terminología energética es uno de los mayores bloqueos a la hora de cambiar de compañía o tomar decisiones informadas sobre el consumo. Y las comercializadoras, muchas veces, no ayudan a aclararlo.
En este artículo te explicamos, sin tecnicismos, los conceptos clave para que tomes el control de tu factura.
¿Qué es un kWh?
Un kilovatio hora (kWh) es la unidad que mide cuánto consumes. No es lo mismo que la potencia contratada. Si una bombilla de 100W está encendida durante 10 horas, consume 1 kWh. Es lo que pagas por la electricidad que realmente usas.
Potencia contratada
Es la cantidad de energía que puedes usar a la vez. Se mide en kW (no confundir con kWh) y afecta al término fijo de tu factura. Si te pasas de la potencia contratada, puede saltar el automático.
💡 Ejemplo práctico: Si tienes 3,45 kW contratados, puedes usar varios electrodomésticos a la vez, pero si enciendes horno, lavadora y aire acondicionado juntos, puedes superar ese límite.
Término fijo y término variable
- Término fijo: Lo pagas uses o no la electricidad. Depende de la potencia contratada.
- Término variable: Depende de los kWh que consumes. Cuanto más usas, más pagas.
Tarifa fija vs tarifa indexada
- Tarifa fija: Siempre pagas lo mismo por kWh durante un periodo (aunque el mercado cambie).
- Tarifa indexada: El precio varía según el mercado diario. Puede ser más barata, pero también más inestable.
Discriminación horaria (DHA)
Una tarifa con precio más bajo por la noche y en ciertas horas del día. Ideal si puedes adaptar tu consumo a esos horarios.
📌 Truco: Si pones lavadora, lavavajillas o cargas el coche eléctrico por la noche, puedes ahorrar mucho.
CUPS
Es como el “DNI” de tu suministro eléctrico. Un código único que identifica tu punto de suministro. Necesario para cualquier trámite.
¿Por qué es importante entender esto?
Porque una mala interpretación puede llevarte a pagar de más, contratar lo que no necesitas o perder oportunidades de ahorro. Por eso, contar con una asesoría energética profesional es clave: te explicamos sin jerga, comparamos por ti y te ayudamos a decidir con claridad.
